Viajar de mochilero es una forma enriquecedora de explorar destinos, descubrir culturas fascinantes y crear recuerdos inolvidables. Pero entre tantas emociones y experiencias positivas debemos mantener un ojo en nuestro presupuesto.
Viajar es cada vez más caro. La globalización y la demanda turística han propiciado la subida de los precios y muchos mochileros se ven obligados a optar por viajes más cortos.
Afortunadamente, existen numerosas estrategias para aprovechar al máximo tu presupuesto y poder alargar tu aventura sin privaciones.
En este artículo, exploraremos maneras sencillas de ahorrar dinero en tu viaje, desde hacer voluntariados, reservar actividades gratis, o buscar compañeros de viaje con los que compartir gastos.
Sigue leyendo y descubrirás cómo hacer que tu aventura mochilera sea tan memorable como económica.
¿Cuánto cuesta ser mochilero? Planifica tu Presupuesto
1. Recibir alertas de precios para vuelos
El vuelo suele ser uno de nuestros mayores gastos, por eso encontrar el mejor vuelo al mejor precio es la prioridad de todo viajero. La buena noticia es que puedes activar alertas para recibir notificaciones en tu correo cada vez que haya cambios en los precios. Las herramientas de alerta de Skyscanner y Google Flights son excelentes para encontrar vuelos a bajo precio.
2. Ser flexibles con tus fechas
La flexibilidad a la hora de comprar vuelos, billetes de tren o reservar hoteles puede afectar tu presupuesto de manera muy positiva. Ajustar las fechas de viaje ligeramente puede significar un gran ahorro y hacer que tu viaje sea más asequible.
3. Viajar en temporada baja
Viajar durante la temporada baja o media puede ser una estrategia inteligente para ahorrar dinero y evitar multitudes. Por lo general, los destinos se vuelven más espontáneos y relajados sin el ajetreo que el turismo supone. Sin embargo, es importante tener en cuenta las posibilidades del destino durante esta época, el posible cierre de atracciones turísticas o las condiciones climatológicas adversas.
Cada destino es diferente, pero por lo general, mi temporada favorita suele ser la media cuando la infraestructura turística está preparada para recibir al viajero, las condiciones climatológicas no suelen impedir el viaje y los precios son más económicos.
Elegir temporada alta, baja o media en tus viajes
4. Utilizar una VPN para buscar vuelos
Una estrategia adicional para descubrir vuelos más económicos es emplear una red privada virtual (VPN) durante tu búsqueda. Usar una VPN te permite modificar tu ubicación virtual y acceder a las tarifas mostradas en otros países. Si bien no siempre garantiza resultados positivos, es un método que vale la pena intentar, y en más de una ocasión encontrarás gangas inesperadas. La VPN que yo siempre utilizo es ExpressVPN.
5. Viajar ligero para evitar cargos de equipaje
La filosofía minimalista de los mochileros nos permite viajar ligeros y evitar la necesidad de facturar la mochila. Esto es realmente valioso cuando se trata de aerolíneas de bajo coste que aplican tarifas adicionales por cada pieza de equipaje.
Si optas por viajar con una mochila de 60 litros, no te podrás beneficiar de estos precios reducidos. Sin embargo, las mochilas de 40 litros suelen cumplir los requisitos de equipaje de mano establecidos por las aerolíneas. Evita esperar por equipajes, conviértete en un ninja de aeropuerto, y ahorra dinero en tus vuelos.
Guía completa para elegir la mejor mochila de viaje
6. Reservar tu seguro con descuento
El seguro de viaje es otro de los grandes gastos que mellan nuestro presupuesto. Muchas veces sentimos la tentación de viajar sin seguro, pero correr el riesgo puede costarte mucho dinero, y no todos estamos dispuestos a jugar a la carta más alta con la “señorita mala suerte”. Por eso. te recomiendo los seguro de viaje de Iati que ofrecen un 5% de descuento a nuestros lectores.
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7. Llevar el carné internacional de estudiante
Viajar con el carné internacional de estudiante es una manera sencilla de obtener descuentos en más de 130 destinos. Se puede utilizar en una amplia gama de lugares como museos, parque nacionales, restaurantes, transportes, entre otros muchos. La lista de descuentos es interminable y está avalado por la UNESCO.
Si tienes menos de 31 años, eres estudiante o puedes acreditar tu condición de profesor, puedes solicitar tu carné digital en ISIC para aprovechar todas sus ventajas.
8. Utilizar tarjetas sin comisiones
Otro de los costos ocultos en las sombras son las comisiones y cambios desfavorables cada vez que sacamos dinero en un cajero o utilizamos la tarjeta en el extranjero. Puede parecer un gasto mínimo, pero con el tiempo suman y es dinero que podríamos haber utilizado para disfrutar aún más del viaje.
Optar por tarjetas sin comisiones, como N26 y Revolut, es la mejor solución para evitar gastos innecesarios.
9. No cambiar dinero en el aeropuerto
Cambiar dinero en las oficinas de cambio del aeropuerto es siempre una mala idea. Son muy convenientes pero el cambio es siempre desfavorable. Si no llevas moneda local, utiliza la tarjeta de crédito o las tarjetas sin comisiones para pagar hasta que consigas dinero en efectivo. Si quieres sentir el tacto del dinero cuanto antes, también puedes utilizar los cajeros del aeropuerto, pero retira solo la cantidad necesaria para llegar al albergue y poco más. Una vez te hayas asentado en tu destino, podrás buscar un banco donde conseguir efectivo sin incurrir en altas comisiones ni cargos de cajero.
10. Utilizar free Wi-Fi
Hoy en día es posible encontrar servicios gratuitos de Wi-Fi repartidos por diversos puntos de la mayoría de las ciudades. Si estás visitando un parque natural puede que sea más complicado, pero en grandes ciudades no deberías tener muchos problemas para encontrar puntos de acceso gratis a internet, ya sea en cafeterías, centros comerciales, edificios públicos o en espacios populares de la ciudad.
Si eres de los que no dependen de tu teléfono, esta es la mejor manera de ahorrar dinero, explorar tu destino sin rumbo, pedir direcciones a los lugareños, perderse por las ciudades y encontrar gemas ocultas que no están marcadas en los mapas de google.
11. Evitar cargos extra en tu factura de teléfono
Mantenerse en línea es otra de las necesidades del viajero, ya sea para reservar un taxi, buscar un albergue, ubicarnos en nuestro destino, subir fotos a las redes sociales o mantenernos en contacto con la familia. Antes de emprender tu viaje, te recomiendo que consultes con tu proveedor sobre posibles cargos de roaming en tu destino.
Si prefieres no depender de redes Wi-Fi públicas, la mejor opción es conseguir una SIM local. Otra manera de mantenerse conectado es usando las tarjetas virtuales eSIM de Holafly. Además, por ser nuestro lector, Holafly te ofrece un 5% de descuento en tu compra.
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12. Alojarse en dormitorios
El mayor gasto que tienen los mochileros es el alojamiento. Por eso, pasar la noche en dormitorios es la mejor opción para los que viajamos durante meses con un presupuesto limitado.
Además, los albergues son lugares perfectos para conocer a otros viajeros con los que compartir experiencias. Si viajas en pareja puede que reservar una habitación doble en el albergue sea una buena opción.
En hostelworld encontrarás los mejores precios en cientos de albergues en todos los destinos.
Alojarse en un albergue mochilero: pros y contras
13. Reservar un Airbnb para parejas o grupos
Otra opción muy viable para mochileros que viajan en grupo es alojarse en un Airbnb. El costo dividido entre tres o cuatro es una opción rentable, que además ofrece varias ventajas adicionales, como comodidad, privacidad, flexibilidad en los horarios y la posibilidad de cocinar, por lo que el ahorro es aun mayor.
¿Dónde duermen los mochileros?
14. Leer blogs de viajes
Consultar blogs de viajes es la mejor manera de encontrar información detallada sobre un destino.
Entre los relatos personales del bloguero de turno siempre encontrarás recomendaciones de lugares para visitar, restaurantes locales y actividades recientes que quizás no aparezcan en la última edición de la Lonely Planet.
Además, estos blogs a menudo incluyen consejos no solo para ahorrar un dinerillo, sino para aprovechar tu tiempo al máximo en el destino.
15. Visitar la oficina de turismo
Además de los muchos mapas de regalo y panfletos con descuentos, puede que te lleves algún consejo sobre actividades gratuitas, mejores días para visitar atracciones, bonos turísticos o recomendaciones para evitar gastos innecesarios.
En general, si tienes tiempo, las oficinas de turismo son un buen lugar para empezar a planear tu aventura. Aun así, también es posible encontrar información similar en las recepciones de los albergues u hoteles locales.
16. Descubre la belleza gratuita de tu destino
Disfrutar de un destino no tiene que ser a fuerza de billetera. A menudo, nos dejamos llevar por el entusiasmo, pagamos por un sinfín de atracciones, nos montamos en el autobús turístico y seguimos a los grupos de turistas vayan donde vayan.
Sin embargo, a menudo, podemos explorar destinos a pie o en transporte público, disfrutar la esencia del lugar en las callejuelas menos visitadas, unirnos a un tour gratuito, o ver la vida pasar en un parque público.
17. Apreciar la simplicidad del momento
Crear recuerdos inolvidables no tiene por qué costar una fortuna. Comerse un fish and chips en un banco de Hyde park, o un sándwich del 7-eleven en una playa tailandesa son momentos espontáneos que quedan grabados en la memoria del viajero.
En tus manos está que sean momentos positivos que enriquezcan la aventura. Por supuesto, nos podíamos haber comido una langosta en un plato de porcelana en esa misma playa, pero te aseguro que la luz de la luna, el murmullo del mar y la belleza del paisaje es el mismo.
Consejos para disfrutar de tu viaje mochilero
18. Comer en restaurantes locales
Los lugares más visitados disponen de una infraestructura pensada al detalle para los turistas. Un mundo artificial donde los platos son fotogénicos, los cojines más mullidos y los precios tiran para atrás. Son espacios paralelos que los lugareños observan cuando se dirigen a su restaurante favorito dos calles más abajo.
Si quieres comer por menos dinero, busca estos restaurantes locales donde los camareros puede que no hablen inglés y la gente te mire con curiosidad al entrar. No solo suelen ser sitios más asequibles, sino que la experiencia culinaria será más genuina.
19. Utilizar transporte público
Utilizar taxis suele ser la manera más cómoda de moverse por cualquier destino, pero también la más costosa. En muchas ocasiones, pasamos por alto que el autobús urbano te deja en la puerta del albergue o que tenemos una estación de metro a solo dos manzanas.
Familiarizate con el sistema de transporte público de tu destino, y adquiere tarjetas de descuento diarias, semanales o la opción que más se adapte a tu itinerario para ahorrar en tus desplazamientos.
20. Alquilar una bicicleta o motocicleta
En muchos destinos, es común alquilar bicicletas o motocicletas. Esto no solo nos proporciona gran libertad, sino que los precios suelen ser más asequibles que depender del transporte privado.
Un pequeño consejo: consulta con otros viajeros sobre los precios y las condiciones de alquiler; no seas un alma cándida que paga lo que le pidan.
21. Buscar compañeros de viaje
Todos los años miles de mochileros se lanzan al camino en solitario, lo cual tiene sus ventajas y desventajas.
Entre las desventajas tenemos el coste más elevado de la aventura. Por eso, es muy común que los mochileros busquen compañeros de viaje con los que compartir el precio de los taxis, habitaciones privadas y otros gastos.
Al viajar con otros mochileros no solo le damos un respiro a nuestro presupuesto, sino que enriquecemos los recuerdos de nuestro viaje, abrazamos la oportunidad de practicar idiomas y de descubrir conexiones culturales con otras nacionalidades.
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22. Regatear en los puestos
Aquí tenemos un tema un poco más peliagudo. Hay viajeros que claman al cielo cada vez que alguien regatea por menos de un dólar.
Yo no lo veo tan claro.
He visto gente regatear por el precio de un plátano en Bolivia, y aunque admito que me pareció un poco ridículo, también diré que yo tenía que discutir todos los días para pagar el precio justo por un rickshaw compartido en Rishikesh.
Puede que esto sean minucias, pero si no estamos atentos acabaremos pagando el doble o el triple por organizar un tour turístico, por comprar souvenirs o por coger un taxi. Recuerda que regatear puede ser una parte integral de la inmersión en la cultura local, tirar billetes de un dólar no lo es.
23. Moderar las propinas
Durante tu viaje tendrás que interactuar con cientos de personas, y por eso es fundamental tener en cuenta las propinas que damos, ya sea al taxista, al camarero, al guía del tour o al porteador que lleva nuestras maletas.
Aquí también he visto gente dejarse llevar por la efusión del momento y repartir billetes como si fuesen golosinas. Cada viajero tiene su propia filosofía y enfoque de viaje, pero para no ir regalando dinero es importante ser conscientes de las costumbres locales y de las expectativas de propina.
Un pequeño consejo, procura llevar dinero suelto o billetes de pequeña denominación para evitar tener que dar una propina de 20 dólares al taxista del aeropuerto.
24. Lavar la ropa tú mismo
Cada cuatro o cinco días tendrás que hacer uso de un servicio de lavandería. Muchos hoteles o albergues ofrecen este servicio, y algunos cobran por peso mientras que otros lo hacen por prenda.
Siempre es agradable que te den la ropa doblada y con olor a suavizante, pero es un gasto más que puedes evitar si tu presupuesto está muy ajustado. En muchos destinos se pueden comprar polvos para lavar a mano por muy poco dinero, o también puedes usar una pastilla de jabón.
Antes de lavar la ropa, asegúrate de que se vaya a secar, porque si no la tendrás que llevar mojada en la mochila.
25. Preguntar a los lugareños
Mi manera favorita de viajar es preguntando a los lugareños. No me refiero al recepcionista del albergue que, a pesar de ser una fuente valiosa de información, a menudo te mantiene dentro del circuito turístico.
Hablo de preguntar a personas con las que tengas oportunidad de interactuar en lugares cotidianos como el supermercado, el autobús o un banco del parque.
No solo podrás conseguir recomendaciones que te ayuden a ahorrar dinero, como lugares para comer económico, sino que también pueden proveerte con información “privilegiada“ que te encamine a descubrir atracciones alternativas, algunas gratis, como mercados locales, vistas panorámicas o rincones naturales que todavía no mencionan en las guías turísticas.
26. Comprar los souvenirs en tiendas no turísticas
Tarde o temprano tendremos que comprar regalos o souvenirs, pero yo prefiero comprarlos hacia el final de mi viaje por varios motivos: para no tener que cargarlos en la mochila, para que no se rompan con el trajín del viaje y para finiquitar los últimos billetes sin remordimientos.
En todos los destinos hay calles principales o mercados donde los turistas pasean sin más intención que comprar un imán para el frigorífico, un poncho de lana o café del país.
Recuerda que en estos puntos turísticos todo es más costoso y tu poder de regateo muy limitado. En muchas ocasiones, solo tienes que alejarte un par de calles para encontrar los mismos productos a precios más locales.
Hagas lo que hagas, no esperes a comprarlo el último día en el aeropuerto, porque pagarás el doble.
27. Trabajar durante tus vacaciones
Digan lo que digan, trabajar durante tus vacaciones no es un plato de buen gusto. Sin embargo, puede ser una experiencia vital que nunca olvidarás. Una oportunidad para extender la duración de tus viajes, de darle un reposo a la hucha, o de inflar tu currículum.
Si esto te interesa puedes empezar por echarle un vistazo a organizaciones como worldpackers donde encontraras cientos de voluntariados y oportunidades de trabajo en múltiples destinos.
28. Buscar atracciones alternativas a las más populares
En muchas ocasiones las atracciones más populares poseen características que las hacen únicas e inigualables. Por mucho que busques no encontrarás tesoros similares a Machu Picchu, Petra, las pirámides de Egipto y muchas otras. En estos casos tendrás que pagar el precio que te pidan.
Sin embargo, en otras ocasiones podrás ahorrar dinero si no te dejas llevar por el bombo y platillo de las agencias de tours.
Es cuestión de investigarlo, pero si te viene de paso en tu recorrido, puede que visitar el amazonas en Bolivia sea más asequible que hacerlo en Perú, o acampar en un bosque nuboso en Honduras cueste mucho menos que en Costa Rica. Y también puede que una atracción que hoy se menciona de paso las guías turísticas, un templo engullido por la jungla, o un lugar olvidado en el mapa, mañana se convierta en un destino obligatorio que atraiga multitudes de turistas dispuestos a pagar lo que sea.
Y si has ahorrado suficiente dinero con todos los consejos en este artículo igual puedes visitar el amazonas tanto en Perú como en Bolivia.