Lanzarse a la aventura por primera vez es una experiencia inquietante. Experimentamos una montaña rusa de sentimientos: miedo, esperanza, incertidumbre y excitación.
No solo eso, sino que nuestros amigos y familiares no dejan de recordarnos los peligros de la carretera.
Mi primer viaje como mochilero fue a India.
Viajé con mi mejor amigo y llevábamos tres guías de viaje. Calzábamos botas de asalto, la mochila Altus del ejército español y todo el equipamiento militar que encontramos.
Teníamos miedo y éramos unos flipados.
La buena noticia es que después de una semana, nos relajamos y sustituimos las botas por sandalias y los pantalones tácticos por lungis.
Aquí te dejo una lista de consejos que me hubiese gustado saber antes de mi primer viaje mochilero.
1. No tengas miedo
Más fácil decirlo que hacerlo. ¿Verdad? Es normal tener mariposas en el estómago cuando nos aproximamos a nuestro destino. A todos nos ha pasado.
Piensa que no estás descubriendo un nuevo continente, ni pisando la luna por primera vez. Eres un viajero más y si miles de visitantes han disfrutado del destino, tú también podrás hacerlo.
Tomar la decisión de colgarse la mochila suele ser la parte más complicada para todo mochilero principiante, pero tú ya lo has hecho. No hay marcha atrás. A partir de ahora, el camino ya está marcado por otros mochileros.
Los primeros días viaja con calma. Habla con otros mochileros. Recaba información sobre tu destino. Rompe el choque cultural y adáptate a tu destino.
Desarrolla el sexto sentido. Un sentido viajero, un pilotito rojo, que te mantendrá alerta ante situaciones complicadas.
Cómo ser mochilero. Consejos de seguridad para mochileros
2. Presta atención al presupuesto
El dinero se va sin darnos cuenta. Y el que saca y no mete, busca y no encuentra.
Esto les pasa a muchos mochileros que no tienen mas remedio que acabar su aventura con antelación.
Preparar un presupuesto es muy complicado, especialmente si nunca hemos viajado. Hay demasiadas incógnitas, imprevistos y actividades costosas que se nos antojan durante el viaje como hacer submarinismo en las islas Galápagos, senderismo en los Alpes o sobrevolar el Serengueti en globo. A la hora de preparar el presupuesto, recuerda que es mejor tirar un poco por lo alto que no por lo bajo.
Durante tu viaje necesitarás un método para registrar tus gastos. Apuntalos en una aplicación, en un cuaderno o mantén un ojo en el extracto de tu cuenta online.
Pon un límite de gasto diario o semanal. Y respétalo.
28 consejos para ahorrar dinero en un viaje mochilero
3. No cargues la mochila demasiado
Elegir la mejor mochila para tu tipo de aventura es una de las tareas más importantes antes de partir porque de ello dependerá la comodidad de tu viaje. Recuerda que cuanto más grande sea la mochila más la cargarás.
No escuches a tu madre cuando diga: “llévate esto por si acaso hace frío”
Lleva lo necesario y un poco menos. Adopta una filosofía minimalista. Si más adelante lo necesitas ya lo comprarás.
Y si alguna vez te tienes que poner la misma camiseta dos días, no pasa nada.
Durante el viaje resiste la tentación de comprar objetos pesados o que ocupen mucho espacio. No compres libros. Si quieres leer, llévate un Kindle o escucha audiolibros. Si necesitas comprar regalos, espera hasta el final de tu viaje. Yo una vez llevé un poncho de lana desde el mercado de Otavalo en Ecuador hasta Río de Janeiro. Lo cargué por toda Sudamérica y al final nunca me lo he puesto.
¿Qué llevar en la mochila a un viaje mochilero?
4. Contrata un seguro de viaje
Aquí tenemos un tema del que a nadie le gusta hablar. Un escenario en el que no queremos pensar. Un dinero que nadie quiere pagar.
Los seguros de viaje son caros y mellarán tu presupuesto. Que no te tiemble la mano al comprarlo porque lo necesitas.
Te puedes torcer el tobillo, te pueden robar la mochila o igual tendrás que ser evacuado de los himalayas.
La aventura es la aventura, y como tal es impredecible.
Yo siempre contrato seguro de viaje. Lo veo como una red de seguridad para viajeros. Un colchón que pare la caída y alguien que pague las facturas.
No seas de esos viajeros que se arrepienten entre lamentos: “que tonto fui, tenía que haber comprado seguro de viaje”
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5. Viaja a tu ritmo
Viajar no debería ser una carrera contrarreloj como la de Phileas Fogg en la vuelta al mundo en 80 días.
Cada viajero lleva su ritmo, y tu tienes que encontrar el tuyo. Hay mochileros que pueden ver Cuzco en un día y otros que se pierden por sus callejuelas toda una semana.
Viajar a matacaballo te dejará una estela de recuerdos difusos. Una vez conocí a un argentino que había viajado desde México a Panamá en 12 días. De autobús en autobús había llenado el pasaporte de sellos, pero sus recuerdos estaban siempre borrosos por el polvo de las ventanillas.
Tu decides, si prefieres empaparte de la cultura y ambiente del lugar, o si tan solo estas de paso para sacar la foto de turno que pondrás en Instagram.
A mi no me gusta preparar itinerarios, pero suelo hacer un cálculo mental de cuánto tiempo quiero pasar en cada destino. A partir de ahí, me dejo llevar. La rigidez no tiene espacio en la mochila. Dejo que el ritmo lo marque el destino y las circunstancias.
Y no olvides añadir tiempo extra para imprevistos como salvar princesas indias.
6. Disfruta la aventura
Cuando te cuelgas la mochila al hombro nadie te puede prometer un trayecto sin dificultades y obstáculos.
Tendrás días difíciles y días en los que tocarás el sol. Lo importante es mantener una sonrisa pase lo que pase.
Siéntete afortunado por tu viaje. Exprime cada segundo. Olvídate de la ampolla en el dedo gordo. No dejes que las nubes agüen tu aventura.
Cómprate un poncho y baila bajo la lluvia.
Si la aventura te esta sobrepasando, haz un alto en el camino, que te den un masaje o reserva una habitación en un hotel con muchas estrellas.
Consejos para disfrutar de tu viaje mochilero
7. Compra una SIM local
Tener un teléfono con datos te permitirá buscar direcciones, hacer reservas de hotel, buscar información sobre tu destino, subir fotos a las redes sociales, o reservar un taxi cuando te canses de andar.
¿Cuáles son las opciones? Puedes activar el servicio de itinerancia de tu operador, comprar una sim local, utilizar wifis públicas cuando estén disponibles, o contratar una eSIM antes de llegar a tu destino.
La opción mas barata es comprar una SIM local en el aeropuerto o en alguna tienda de operadores locales.
Lo más práctico es contratar la eSIM de Holafly con datos ilimitados (mirar compatibilidad con tu teléfono móvil). Según te bajes del avión ya estarás conectado.
Tener datos en el teléfono te puede sacar de muchos apuros, pero es un arma de doble filo.
No estes pegado al teléfono.
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8. Haz amigos
Nunca me cansaré de decirlo: interactuar con otros viajeros es una de las partes más interesantes del viaje.
Yo recuerdo tanto los lugares que he visitado como la gente con la que he viajado.
Viajar en solitario no significa estar solo.
Los albergues, las furgonetas turísticas, o un tour cualquiera son cotos abiertos donde encontrar amigos.
Date tiempo para conocer gente, no te esfuerces por congeniar con todo hijo de vecino. Se independiente y autosuficiente, pero no dudes en compartir tu aventura cuando las estrellas se alinean y conoces viajeros que te dan buena onda.
Hacer amigos en la carretera es más fácil de lo que parece. Tan solo tienes que decir las palabras mágicas: “ábrete sésamo”. Es broma. Mejor que digas: «Hola, ¿de dónde eres?”.
Si eres tímido, no hace falta que vayas saludando gente a diestro y siniestro, pero no entierres la cabeza como las avestruces. Siéntate en la terraza del albergue y espera a escuchar las palabras mágicas.
14 consejos para hacer amigos en los viajes
9. Aprende inglés
El inglés es el idioma más hablado por los viajeros.
Hablarlo no te asegura una comunicación fluida, pero créeme cuando te digo que hay más probabilidades de encontrar a alguien en Japón que hable inglés que español.
Si viajas por Latinoamérica, tendrás ventaja al hablar con los lugareños, pero te guste o no, la mayoría de los mochileros hablaran inglés a tu alrededor.
Vayas donde vayas lo escucharas.
Si no hablas inglés, serás el «Harpo Marx» mochilero. El mudo que toca la bocina para hacerse entender, o el mochilero que se va pronto a la cama por no poder seguir la conversación.
Intenta aprender inglés antes de partir. Y durante tu viaje no pierdas la oportunidad de practicar y aprender.
¿Qué idioma hay que aprender para viajar?
10. Se espontáneo
Si planeas todo tu viaje de antemano, la aventura pierde su espontaneidad.
Si reservas todos tus albergues y excursiones, tu aventura ya estará medio escrita antes de partir.
A mi me gusta empezar mis viajes con una hoja en blanco. Me gusta sentirme libre, desplegar las velas y que el viento me empuje.
Hay mochileros que viven su viaje como si fuese una misión: “hay que visitar tres museos, cuatro monumentos, sacarse una foto surfeando, probar tal comida y comprar regalos en el centro comercial”.
Imagínate el estrés y frustración que experimentan cuando fallan un objetivo por culpa del monzón, porque se han dormido o porque hay mucho tráfico en las calles de Yakarta.
Deja que tu viaje sea una aventura, no una obligación. Se flexible y espontáneo. No tengas miedo de cambiar de ruta, país o continente si el viento sopla hacia allí.
11. Sal de la ruta mochilera
La mayoría de los destinos ya están muy trotados. Seguimos rutas que hemos leído en un blog de viajes, en una guía turística o en un video de YouTube. Somos uno más en el pelotón.
No tiene nada de malo.
Pero a veces, oirás hablar de una cascada oculta en la selva a la que pocos turistas llegan. Y otras te contarán historias de un pueblo encantador que no aparece en las guías.
¿Qué harías?
Apartarse de la ruta mochilera es una libertad que todo viajero debería aprovechar. Es una oportunidad de vivir tu propia aventura, de alejarse del grueso del pelotón, de ser el primero que firma el libro del visitante en 6 meses (a mí me pasó en Honduras)
No hace falta que te pierdas en medio de Honduras. También te puedes perder por las calles de Kuala Lumpur.
Olvídate la guía turística en el albergue. Y deja que tu espíritu de exploración guíe tus pasos.
12. Sal de tu zona de confort
En todo viaje encontramos muchas oportunidades de vivir nuevas experiencias. De hacer cosas por primera vez.
Escalar por encima de los 5000 metros, recorrer rutas panorámicas en moto, hacer submarinismo en arrecifes de coral, saltar desde una cascada…
No hace falta irse a los extremos.
También puedes aprender algunas palabras en suajili, hacer rollitos de sushi o pasar unos días meditando en un ashram en india.
No digo que cruces líneas rojas. Pero salirse de nuestra zona de confort es uno de los placeres del viajero. Hablo de dar un paso adelante cuando llega la ocasión, de ponernos en situaciones de las que nos sentiremos orgullosos, de las que hablaremos a nuestros amigos.
Recuerda que los retos nos hacen mejorar y crecer tanto como personas como viajeros.