Nuestra memoria tiene una gran capacidad para atesorar momentos asociados con nuevas experiencias. Por eso es difícil que olvides tu primer día de viaje y la avalancha de emociones que conlleva. Puede que recuerdes la despedida de tus amigos en el aeropuerto, el tipo parlanchín que se sentó al lado tuyo en el avión, la pérdida del equipaje, la primera vez que tocaste un billete de plástico, o la desolación que sentiste al atravesar las chabolas de Bombay de camino al hotel.
La verdad es que la transición desde tu beso de despedida en el aeropuerto de Barajas hasta tu llegada a un hotel de Nueva Delhi puede ser una experiencia dulce, o una pesadilla cansina para olvidar.
Facturando para tu primer día de viaje
En la mayoría de los casos tu primer día de viaje empieza en el mostrador de facturación. Para entonces ya te habrás asegurado de cumplir todos los requisitos de entrada en tu país de destino y de que tu equipaje no se pase ni de peso ni de tamaño, ¿verdad?
1. Equipaje
Distribuye el peso para no tener problemas durante la facturación. A nadie le gusta viajar con dos chaquetas y tres pantalones puestos. Si consigues no facturar ninguna mochila, mucho mejor. Eso te convierte en un mochilero de élite, un ninja de aeropuerto. Así evitarás pérdidas o daños en la mochila. Otra ventaja es el llegar un poco antes a tu hotel de destino. Como desventaja de facturar todo el equipaje te diré que la cinta de equipajes es un lugar excelente para conocer a otros viajeros con los que compartir un taxi.
2. Equipajes especiales
Si llevas algún equipaje con dimensiones poco comunes (tablas de surf, bicicletas, etc) consulta con la aerolínea de antemano.
3. Objetos valiosos
Asegúrate de llevar todos tus objetos valiosos en la mochila de mano. En mi primer viaje a India se me olvidó la riñonera con todo mi dinero en el equipaje que facturé. No me lo podía creer. Por fortuna, el tipo del escáner era muy legal o estaba medio dormido cuando pasó mi mochila.
4. Equipos fotográficos
Últimamente (durante la pandemia) he visto bastantes videos de vlogueros a los que confiscan drones o cámaras profesionales por valor de miles de euros en los aeropuertos. Hay muchos países donde volar drones está prohibido. No te arriesgues porque igual te quedas sin el “mavick 2”. También en algunos países puedes tener problemas en el control policial si tu equipo de filmación es demasiado profesional y entras con visa de turista.
5. Elegir asientos
En la mayoría de los vuelos puedes elegir tus asientos con antelación. Los mejores asientos suelen costar extra, pero al elegir asiento de antemano evitaras sentarte en el asiento del medio. ¿A quién le gusta estar encajonado entre dos extraños? Para destinos largos puede que merezca la pena pagar por un poco más de espacio para estirar las piernas.
Tenga el asiento seleccionado o no, yo tengo la costumbre de pedir la puerta de emergencia durante la facturación y me la suelen dar. Mi mujer siempre pide una mejora a primera clase y puede que algún brindemos con champán en el avión.
Escáner en el aeropuerto de salida
Aquí no deberías tener muchos problemas. A mí me fastidia cuando me tengo que quitar los zapatos, ¿y a ti? Por supuesto si llevas un mechero o una navaja multiusos no la lleves en la mochila de mano.
Duty free
A menos que se me haya olvidado algo o que esté muy aburrido yo no suelo pisar el Duty free. No es tan barato como dicen y de todas maneras no acostumbro a echarme perfume cuando estoy en el trópico.
Pequeña anécdota. Una vez en el aeropuerto de Estambul el dependiente me aseguró que se podía entrar en Qatar con alcohol comprado en el Duty Free. Tan solo necesitaba presentar el recibo. ¿Seguro? Pregunté una vez. ¿Seguro? Pregunté hasta tres veces. Admito que la culpa fue mía por creerle, pero seguro que ya te has imaginado qué pasó cuando llegué al control policial de Doha. Moraleja de la historia: ten cuidado con lo que compras dependiendo de tu destino; y puede que tengas que preguntar hasta cuatro veces, ¿seguro?, para conseguir la respuesta correcta.
Esperas largas en el aeropuerto
Ni siquiera en el aeropuerto de Singapur aguantaras diez horas de espera sin aburrirte. Visitas el Duty Free, te tomas un café y … al final los más “tirados” acabamos tumbados en el suelo (utiliza una manta, saco de dormir o chaqueta para aislarte del suelo) y el resto mal sentados en un asiento rompe huesos. Algunos aeropuertos disponen de áreas de descanso así que pregunta en información por algún tipo de tumbonas o sillones más cómodos donde poder “descansar”.
Todos hemos sobrevivido a vuelos de más de 24 horas, pero te aseguro que cuando llegas a tu destino acabaras rendido en la cama con pocas ganas de explorar. Por eso si tienes muchas horas de tránsito merece la pena reservar una habitación en un hotel de tránsito o pagar por la sala VIP e hincharse a infusiones y a ver BBC news.
Sala VIP del aeropuerto
Hay bancos que te ofrecen acceso a las salas VIP al contratar sus tarjetas de crédito. Algunas son caras, pero algunos bancos te las dan gratis si abres una cuenta con ellos. Yo tuve una pero nunca la llegué a utilizar porque mi acompañante no tenía acceso sin pagar. En la sala VIP puedes consumir refrigerios, refrescos e infusiones gratis así que ahorraras dinero en comida de aeropuerto. Anyway, lo importante no es el glamour o la comida sino la comodidad y el llegar a tu destino lo más fresco posible en tu primer día de viaje.
Sobrevivir al vuelo
Durante unas cuantas horas solo veras la inmensidad monótona del cielo y del océano (la cordillera del Himalaya es impresionante desde el cielo) así que aprovecha para relajarte, hablar con el “vecino”, ver un par de películas y echarse una siestecilla. Yo siempre elijo el asiento del pasillo para poder levantarme varias veces sin molestar a nadie. Para viajes largos ponte la ropa más cómoda que tengas y en cuanto puedas quítate las zapatillas.
Si te aburres puedes aprovechar este tiempo para repasar, u organizar tu viaje. Cierra los ojos e imagina todas las aventuras y experiencias que vas a vivir. Manda señales positivas al quántum… Y no te olvides de mantenerte hidratado y estirarte cuando puedas.
Escáner en el aeropuerto de llegada
Hay muchos países donde tienes que pasar el equipaje de mano al llegar. No creo que te metan a la cárcel, pero, aunque solo sea por respeto no llegues a Qatar con el bocata de chorizo que te preparó tu madre. Por supuesto ten mucho cuidado con cualquier medicamento o no medicamento que pueda ser considerado un narcótico. Por ejemplo, no entres en Indonesia con aceite CBD porque la lías.
Cambiar dinero o usar los cajeros
Aquí es donde pueden empezar a surgir las primeras dudas. La señal de wifi del aeropuerto no funciona y no sabes cuánto son cien dólares en la moneda local. ¡Vaya! No se te había ocurrido cuando estabas planeando el viaje y ahora estás demasiado cansado para hacer matemáticas con tantos ceros. ¿Debería sacar cien millones o mil millones del cajero?
Si estás desesperado pregunta en cualquier casa de cambio donde seguro que hablan un poco de inglés. Pídeles que te escriban cuanto son 100 dólares en su moneda. Yo prefiero usar el cajero, pero si tienes dudas puedes usar la casa de cambio. El cambio en los aeropuertos no es muy favorable así que saca lo justo para sobrevivir tu primer día de viaje: pagar una tarjeta sim, el taxi, el desayuno, etc. Al día siguiente ya tendrás tiempo de conseguir dinero.
Comprar una tarjeta SIM en el aeropuerto
Es curioso como todos los turistas vuelan del cajero a cualquier tienda de tarjetas SIM. No podemos vivir sin estar conectados. La buena noticia es que podrás compras una tarjeta SIM en casi todos los aeropuertos. Llegues a la hora que llegues. Advertirte que cada destino y aeropuerto es distinto. Busca información en Google o en fórums sobre disponibilidad y horarios en tu aeropuerto de llegada. Lee la letra pequeña y sino te puedes comunicar con ellos ya la compraras mañana en otro sitio. En algunos aeropuertos son timadores profesionales.
Transporte al hotel
Cada país es un mundo y puede que tengas muchas opciones o no. En algunos aeropuertos solo hay taxis oficiales. En otros hay dos o tres compañías como Uber. En las capitales puede que tengas autobuses o metros que te lleven al centro o que te lleven a las zonas donde suelen estar los hoteles turísticos. El camino del aeropuerto al hotel lo deberías tener decidido de antemano. Deja la toma de decisiones para el segundo día. Y por supuesto mucho cuidado con los taxistas porque si pueden te la lían.
Desfase horario y choque cultural
Por fin has llegado a tu destino. Ahora es hora de descansar, echarse una siesta y prepararte para tu primera inmersión en un nuevo país. En nuestro próximo artículo discutiremos cómo superar el desfase horario, el choque cultural y cómo mantenerse sano y salvo en tus primeros días.