Viajar por el mundo es un sueño que con los años se vuelve más difícil de cumplir. Poco a poco las responsabilidades se amontonan, la vida pasa, y cada vez encontramos más excusas para no colgarnos la mochila.
No hay una edad específica para sentirse mayor, ni una mejor edad para viajar, por eso no quiero especificar una edad en este artículo. Yo ya rondo los cincuenta y te puedo asegurar que los beneficios de viajar siguen siendo tan refrescantes como un aguacero tropical.
Si quieres romper las cadenas de la vida ordinaria, pero sientes que ya es demasiado tarde para lanzarse a la aventura, y experimentar la libertad, entonces, sigue leyendo.
1. Reduce estrés y ansiedad
Sin ninguna duda viajar ayuda a olvidarse de horarios, rutinas y preocupaciones. Al viajar, el sentimiento que más aflora es el de la libertad que siempre va acompañada por la felicidad. Sin duda viajar ayuda a reducir el estrés y nos aleja del precipicio de la depresión.
Puede que seas una persona ansiosa por naturaleza. Tranquilo. Júntate con otros viajeros y acabaras contagiándote de sus vibraciones. Con tiempo serás capaz de pasar un día entero sentado en una silla playera tailandesa bebiendo agua de coco.
No sobrecargues tu viaje con actividades y elige bien tu destino. Montarse en un tren en Bombay puede ser tan estresante como el metro de Madrid a hora punta.
2. Probarás nuevas cosas todos los días
Con los años nuestras zonas de confort se vuelven más restringidas y la monotonía de la vida nos aprisiona. Lanzarse a la aventura derrumbara todas esas barreras que la vida ha levantado a nuestro alrededor.
Probar nuevos sabores, hablar otros idiomas, conocer nuevos amigos, hacer submarinismo en un banco de coral o descubrir otras culturas son algunas de las “rutinas” que conlleva el viajar.
Esta avalancha de nuevas sensaciones nos ayuda a estar más presentes. Sentirás las cumbres del entusiasmo, puede que a veces te asomes a los acantilados del miedo, pero nunca estarás aburrido.
Cuando regreses de tu viaje tendrás mil historias que contar y con seguridad nuevas aficiones que enriquecerán tu vida.
3. El viaje te obligará a ser más sociable
Tu circulo de amigos no ha crecido desde que Joaquín Sabina daba conciertos en las plazas de toros. No pasa nada. Viajar hará que tus habilidades para entablar nuevas amistades dejen de oler a naftalina.
Duerme en albergues, siéntate en las terrazas a comer, apúntate a diversas actividades o simplemente di “hola”.
Ser más sociable es un instinto básico y todos los viajeros están bastante abiertos a conocer gente. La edad nunca es un inconveniente para conocer viajeros. Con el tiempo te darás cuenta que interactuar con otros viajeros enriquece tu viaje y crea momentos inolvidables.
Si necesitas repasar tus habilidades para conocer gente puedes leer nuestro artículo sobre cómo conocer gente cuando viajas solo.
4. Dejarás de sentirte mayor
Sentirse mayor es un estado mental que se puede revertir muy fácilmente con un viaje a ese destino que siempre quisiste conocer.
No hace falta que duermas en dormitorios, ni que viajes en vagones de tercera. No tienes que cruzar países a matacaballo en tres semanas, ni atravesar los andes para llegar a Machu Picchu. Ponte metas realizables que te saquen de tu zona de confort, aunque eso signifique ir a Torrevieja para ti.
Cuando viajamos degustamos nuevas experiencias, creamos momentos memorables, nos ponemos a prueba, nos volvemos curiosos y aprendemos a vivir en el presente. Viajar es como dar un sorbo en las fuentes de la eterna juventud.
En este articulo relacionado con el Travelers’ century club vimos que la edad media, de los viajeros más activos, está en 66 años.
5. Tendrás tiempo para replantear tu vida
El cambio de escenario y de estado de ánimo te permitirá tener una perspectiva diferente sobre tu vida. Tendrás tiempo de revaluar tus prioridades y de planificar tus próximos movimientos.
Viajar te permite salir de tu ambiente habitual, romper las ataduras del pasado y olvidarte de los prejuicios y limitaciones con las que convives a diario. Lánzate hacia lo desconocido y explora tu personalidad. Deja salir el escritor, el fotógrafo o el profesor que llevas dentro.
Durante mi primer viaje a India decidí ir a la universidad y recuerdo que mandé la aplicación desde Calcuta. Aquel viaje sin duda cambió mi vida.
6. Te volverás más abierto de mente
El primer contacto con una nueva cultura puede ser tan cegador como el subir las persianas en una tarde soleada de verano. Al principio apartamos la vista, pero con el tiempo aprendemos a percibir el mundo alrededor e interpretarlo en su contexto.
Con la edad nuestras opiniones del mundo puede que sean más rígidas e inalterables y por eso viajar es una experiencia tan beneficiosa. Al igual que un niño juega con plastilina, el viajero interactúa con otras culturas, valores, religiones y maneras de entender la vida. Esto sin duda devuelve flexibilidad a nuestra forma de entender el mundo.
Nadie lo dijo mejor que Mark Twain:
«Viajar es fatal para los prejuicios, el fanatismo y la estrechez de miras, y mucha de nuestra gente lo necesita gravemente por estas razones. No se pueden adquirir puntos de vista amplios, saludables y caritativos sobre los hombres y las cosas vegetando toda la vida en un pequeño rincón de la tierra»
Mark Twain
7. Te enriquecerá la vida
Alguien dijo que viajar es una de las pocas cosas que puedes comprar que enriquecen tu vida. Y es que después de cada viaje regresamos siendo mejor persona que cuando partimos.
Durante un viaje las posibilidades de enriquecer nuestras vidas son innumerables. Descubrirás nuevas culturas, harás nuevos amigos, practicarás idiomas, añadirás sabores a tu paladar, tendrás temas de conversación nuevos, aprenderás nuevas aficiones o retomarás antiguas.
Imagina una bola hecha de gomas. Cada una que añadimos aumenta el tamaño de la bola y cada experiencia de viaje es una gomita más que añadir.
Sin duda viajar expande nuestros horizontes y redefine nuestra forma de pensar. Y como dijo Don Quijote:
El que viaja mucho y lee mucho, sabe mucho y ve mucho.
Cervantes
8. Mejorarás tu forma física
El entusiasmo del viajero y el espíritu aventurero pondrá a prueba nuestras autolimitaciones.
Los 272 escalones de las cuevas de Batu en Kuala Lumpur no supondrán un obstáculo, aunque normalmente subamos todos los días a casa en ascensor.
Cada uno tiene su preferencia, pero el viajero difícilmente pasará largas horas inactivo.
Viajar supone dar largas caminatas, pedalear durante kilómetros o bucear en bosques de coral hasta que se nos arruga la piel.
Esto sin duda tendrá efectos positivos en tu estado físico.
Los beneficios en nuestro estado de salud mental también son destacables en el viajero de más edad, donde la monotonía ha tenido más tiempo para tejer sus telas de araña. Viajar reactiva la memoria y los sentidos ya sea con nuevos sabores, olores diferentes o alfabetos exóticos.
El cambio de escenario también requiere desactivar el piloto automático con el que circulamos en nuestro ambiente habitual.
El viajero presta más atención a su entorno, observa los edificios, las gentes, las formas pintorescas. Este constante flujo de información reorganiza nuestro cerebro, potencia nuestra creatividad y aumenta la flexibilidad cognitiva.
9. Tendrás más control sobre tu tiempo
La tiranía del reloj nos tiene todo el día corriendo de un lado para otro. En la mayoría de los casos esto significa sacrificar o posponer actividades, que nos motivan, y que podrían cambiar nuestras vidas a mejor, cómo empezar un negocio o hacer un curso online. Todos necesitamos un descanso y viajar es la mejor opción.
El viajero es egoísta con su tiempo, prioriza las actividades que llenan su día, se da tiempo para sentir el ritmo de la vida en un café de París, relajarse en un baño turco o disfrutar de un atardecer desde el pico más alto.
El viajar nos hace más conscientes del valor que tiene el tiempo.
Por eso nos levantamos pronto para ver amaneceres, viajamos en autobuses nocturnos o aprovechamos el tiempo de playa para leer un libro.
Durante un viaje tendrás control sobre tu tiempo y esto no tiene precio. Aprovéchalo.
10. Redescubrirás el mundo
Redescubrir el mundo es una coletilla que se escucha muy a menudo en las veladas después de una copa de vino. Lo que es cierto es que no significa nada a menos que te cuelgues la mochila y te pongas en marcha.
El viajero no ve el mundo tras la pantalla. Lo experimenta en los mercados llenos de gente o en un desierto bajo un manto de estrellas.
Viajar cambiará tu percepción del mundo.
Descubrirás que cada país tiene un colorido diferente, olores peculiares, sonidos irreconocibles y gustos desconocidos. Cada país te hará sentir de una manera diferente, pero en todos sentirás la libertad.
Dicho de otra manera, el viaje se convertirá en una sucesión inolvidable de experiencias que sin duda cambiará tu visión del mundo para siempre.
Tengas la edad que tengas.
Si te a gustado este artículo también puedes leer: ¿Cuál es la mejor edad para ser mochilero?