El primer mandamiento de los mochileros es mantenerse sano y salvo.
En nuestra contra tenemos la naturaleza imprevisible de la aventura. Un tropezón, una picadura de mosquito o una comida mal cocinada pueden arruinar nuestro viaje.
No te preocupes.
En este artículo encontrarás una lista de consejos para minimizar riesgos sin sacrificar la experiencia.
1. Investiga sobre tu destino
Cada destino es diferente.
En algunos habrá enfermedades endémicas, en otros te enfrentarás a condiciones insalubres o puede que la calidad de los servicios médicos deje mucho que desear.
Que no salten las alarmas.
La mayoría de los mochileros vuelven a casa sin más queja que un dolor de estómago, pero cuanto más informado estés sobre los riesgos potenciales de tu destino, mejor.
2. Haz un chequeo médico
Más vale prevenir que curar.
Antes de tu viaje, visita a un médico, un oftalmólogo o hazte unas plantillas para andar.
No quiere decir que no haya servicios sanitarios en casi todos los destinos, pero ¿quién quiere empastar una muela en India o encontrarse anémico mientras recorres el mundo?
Lo mejor es hacer un chequeo médico antes de salir de tu país para evitar malas pasadas o contratiempos.
3. Ponte en forma
Viajar de mochilero es una actividad exigente.
Se andan miles de pasos al día, se escalan montañas, se nada en jardines de coral y viajamos horas interminables en furgonetas con espacio limitado.
Prepárate para la actividad principal de tu viaje. Si viajas a los Andes, haz senderismo por tu región. Si vas al caribe, practica tu brazada en la piscina local.
4. Prepara un botiquín
Un botiquín no puede faltar en ninguna mochila.
Aquí puedes meter medicamentos básicos, vendas, tiritas o prescripciones que necesites. Pide consejo a tu médico o farmacéutico.
Con suerte no necesitarás el botiquín, pero igual puedes ayudar a alguien que haya sido más descuidado que tú.
5. Prepárate mentalmente
El bienestar mental es un aspecto que suele ser a menudo ignorado.
Cuando viajamos, una montaña rusa de emociones puede alterar nuestro balance.
Podemos sufrir de choque cultural, echar de menos a nuestros seres queridos o tener problemas al manejarnos en un mundo de incertidumbre e imprevistos.
No tengo una receta mágica para esto, pero mantener una actitud positiva y aprender a disfrutar el presente suelen producir buenos efectos.
11 maneras de prepararse mentalmente para un viaje mochilero
6. Consigue un seguro de viaje
Los seguros de viaje cuestan caros y en la mayoría de las veces ni los usamos.
Toco madera.
Aun así, cuando viajamos nadie está exento de tener una emergencia médica. Yo visité el médico varias veces en India y el coste fue tan bajo que ni me molesté en contactar al seguro. Sin embargo, conozco gente que tuvo facturas importantes después de sufrir un accidente de moto.
Yo pienso en el seguro como en una red de seguridad que nos saca de los apuros cuando más los necesitamos. Nadie quiere, ni espera caerse a la red, pero mejor que esté ahí.
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7. Conoce tus límites
Muchas veces, entre el entusiasmo y la ilusión de la aventura nos olvidamos de nuestro bienestar.
Nos exigimos demasiado y no sabemos reconocer cuando necesitamos un descanso o pedir ayuda.
Queremos hacer otro circuito en Nepal o bajar 20 metros más para explorar el fondo marino.
Queremos recorrer otro país y pasamos noches enteras en autobuses con tal de ahorrar el dinero de una noche de descanso en el hostal.
No comprometas tu salud por una historia que contar o un sello en el pasaporte que coleccionar.
8. Ten en cuenta el jet lag
Cuando viajamos al otro rincón del mundo, uno de los primeros problemas que experimentamos es el desfase horario.
A las 3 de la mañana tenemos los ojos abiertos de par en par, y a la hora de comer no podemos mantenerlos abiertos.
Tenlo presente cuando planees tus primeras actividades o desplazamientos. No te lances a la aventura como si no hubiese un mañana. Deja que el reloj biológico se sincronice con nuestro nuevo destino.
Tu cuerpo te lo agradecerá.
Elige vuelos que minimicen las horas de sueño que pierdes. Y si vas a llegar de día intenta estar descansado; lo contrario si llegas de noche.
Aun así, no te preocupes. En un par de dias podras dormir de nuevo cuando se oculta el sol.
9. Bajate las mangas
Hay muchos destinos donde enfermedades endémicas como el paludismo o el dengue son problemas reales.
Si te pica el mosquito de turno por la mañana coges dengue y si es por la noche malaria.
En estos lugares nunca te puede faltar una crema antimosquitos y una mosquitera en la cama. Y por supuesto no te olvides de bajarte las mangas de la camisa o de usar pantalones largos.
Consulta con tu médico y sigue sus consejos.
10. Lávate las manos
Muchas enfermedades que cogemos en nuestros viajes se pueden evitar manteniendo una buena higiene.
Lávate las manos antes de comer y después de ir al baño. Esto es muy importante si comes con las manos.
Si viajas en transporte público, evita el contacto de las manos con la boca y los ojos. Nadie quiere coger una infección por morderse las uñas. ¿Verdad?
11. Ten cuidado con el agua
Beber suficiente agua es importante cuando viajamos, pero cuidado de donde bebes.
Por si acaso, yo siempre llevo una botella de agua mineral en la mochila.
Recuerda que no hace falta irse a los países menos desarrollados para encontrarse con agua del grifo no apta para el consumo. Infórmate sobre la calidad del agua antes de beberla, o usarla para cocinar, lavar la comida o cepillarse los dientes.
Cuidado con el hielo en los puestos ambulantes. Después de haber pasado dos días en cama por una mala experiencia, soy extremadamente cauteloso.
Seas como sea, mantente hidratado, aunque afecte tu presupuesto. Y si eres un aventurero extremo también puedes hervir el agua o usar tabletas para potabilizarla.
12. No cargues la mochila
Cargar demasiados kilos en la mochila es la mejor receta para que te duela la espalda, la cadera, … o el ego por no haber sabido elegir mejor lo que tenías que llevar.
Cuando hagas el equipaje, ten presente que todo lo que metes en la mochila pesa y lo tienes que cargar a la espalda.
No lleves nada si no estás seguro. Y si lo realmente lo necesitas ya lo comprarás. Mi consejo personal es usar ropa versátil que valga tanto para caminar por la ciudad como para escalar por la montaña.
En total yo nunca llevo más de 15 kilos distribuidos en dos mochilas.
¿Qué llevar en la mochila a un viaje mochilero?
13. Desconecta de tus amigos y familiares.
En Bali mi amiga de Cartagena no dormía por las noches.
Se las pasaba chateando con sus amigos de España y con el desfase horario de Indonesia, se veía obligada a dormir de día.
Ni disfrutó de las playas balinesas, ni de los arrozales, ni de su aventura mochilera. Su mente y su espíritu estaban en Cartagena mientras que ella “sonambuleaba” por Bali.
Recuerda que es importante poder establecer límites saludables para mantener un equilibrio entre mantenerse en contacto con tus seres queridos y disfrutar plenamente de la experiencia.
14. Tómate un descanso
La vida del mochilero es agotadora.
Madrugamos para ver el amanecer, caminamos durante todo el día y por la noche visitamos un mercadillo nocturno. Al día siguiente más de lo mismo, o escalamos una montaña o atravesamos una jungla.
Y no solo eso, a veces no nos queremos perder nada, y concentramos demasiados países o actividades en muy pocos días. Hoy en Madrid, mañana en Londres y pasado en París.
Permítete un descanso. Estas de vacaciones y te lo mereces. No lleves el cuerpo al límite.
¿Cómo es la vida de los mochileros?
15. Date un gusto
No todo tiene que ser despertarse cada poco tiempo con los ruidos del dormitorio.
Tampoco tienes que viajar siempre apretado en furgonetas destartaladas llenas de mochileros. Ni comer en puestecillos de la calle para ahorrar dinero.
Cuando tu presupuesto te lo permite, date un lujo, suéltate la melena, disfruta de la aventura sin sus inconvenientes. Duerme en un hotel caro, viaja en primera o come en un restaurante con muchos tenedores.
Tu estado de ánimo y salud te lo agradecerán.
16. Usa crema solar
El que nunca se haya quemado durante un viaje mochilero que tire la primera piedra.
No te dejes engañar por el sol en otras latitudes o altitudes porque acabarás rojo como un cangrejo.
Si no quieres ponerte crema de sol bájate las mangas, ponte un gorro o siéntate a la sombra.
Yo siempre uso camisas de Columbia porque llevan protección solar.
17. Protege tus relaciones
Nunca se sabe cuando una ola de pasión aparecerá en tus aventuras.
Ya sabes de que hablo, ¿verdad?
Pues eso, que no te pille desprevenido y mantén relaciones seguras dondequiera que estés.
18. Haz un cursillo de primeros auxilios
La aventura puede llevarnos a situaciones extremas.
Yo he visto de todo, desde accidentes de coche, caídas en la montaña y gente tragada por las olas.
Tener algunos conocimientos de primeros auxilios puede salvar tu vida o la de otro viajero.
19. Escucha los consejos de otros
Yo también estaba al borde del precipicio cuando un local le aconsejó a aquel chico americano que no saltara al vacío.
Aquella cascada era demasiado alta.
No quiso escuchar, saltó y se rompió la pierna. Dos días después tuvo que comprar un billete de vuelta a su país. Su aventura se había acabado.
Escucha los consejos tanto de otros mochileros como de los locales.
20. Come sano
En Tailandia mi amigo Andrés tan solo se alimentaba de sándwiches de jamón y queso del 7 Eleven.
También tomaba alguna sopa de tallarines cuando el estómago le pedía algo caliente. Era joven y sobrevivió dos meses sin problemas, gastando lo mínimo en comida.
Esta filosofía de viaje es muy común entre algunos mochileros, sin embargo, es una receta para el desastre.
Invierte en comidas saludables. No solo de aventura y diversión vive el hombre. Tu salud te lo agradecerá.
21. Escribe o dibuja
Entre la pompa y la fatiga del viaje todos merecemos nuestro oasis de tranquilidad. Tiempo de reflexión o privacidad.
A mi me gusta escribir un diario de viajes. Me ayuda a recargar las pilas, a reflexionar sobre mi viaje y planificar nuevas aventuras.
También puedes mandar correos electrónicos a tus amigos, compartir tus vivencias en un blog o dibujar garabatos en la servilleta del restaurante.
10 razones para escribir un diario de viaje
22. Toma suplementos
Cuando viajamos la aventura dicta como, cuando y donde comes.
Te apuntas a un tour por el amazonas y te alimentas a base de huevos duros, sándwiches de tomate y alguna piraña que pesca el guía.
Mantener una dieta equilibrada es fundamental para mantener los niveles de energía y bienestar.
Sin embargo, cuando las opciones son limitadas, es importante darle un refuerzo al cuerpo y tomar vitaminas. Si tienes dudas consulta con tu médico.
23. Respeta el mal de altura
En algunos destinos se sufre de mal de altura.
La primera vez que lo sentí fue recién llegado a Quito que se encuentra a 2850 metros sobre el nivel del mar. También lo sentirás si practicas senderismo o alta montaña.
Te faltará el oxígeno, te dolerá la cabeza y varios síntomas más sobre los que puedes leer en páginas médicas especializadas.
Respeta tu cuerpo y tus límites.
24. Se abierto de mente
El choque cultural mantendrá tus sentidos alerta durante tu viaje, pero también te hará pasar malos ratos.
A veces no entendemos lo que pasa a nuestro alrededor y nos genera enfado o frustración. A mi esto siempre me sucede en India.
Sonríe, intenta entender el porqué y no te estreses. Tarde o temprano te adaptarás a tu destino y podrás disfrutarlo plenamente sin agobios ni malentendidos.
Consejos para adaptarse a otras culturas en tus viajes
25. Elige bien dónde comes
Yo he sufrido intoxicaciones alimentarias en restaurantes caros y en chiringuitos de la calle.
A veces es una lotería, pero hay algunos factores que podemos tener en cuenta para reducir las posibilidades de caer enfermos.
Si esta lleno de viajeros es una buena indicación de que la comida es adecuada. También puedes seguir las recomendaciones de las guías de viaje y no pidas platos extravagantes porque puede que los ingredientes no sean frescos.
Ante todo, usa el sentido común y si la higiene del lugar no te convence vete a otro lugar.
26. Mantén tu higiene personal
Mantener la higiene personal cuando viajamos puede ser un desafío.
Usamos la misma camiseta dos días y a los calcetines les damos la vuelta… A veces nos duchamos en duchas que dejan mucho que desear y otras usamos un cubo de agua o una manguera.
¿Quién no ha ido al baño para encontrarse con tan solo un agujero maloliente en el suelo?
Haz lo que puedas, pero no descuides tu higiene personal, si quieres evitar hongos, infecciones y demás afecciones.
27. Divide tu viaje en etapas
Darse palizas de 24 horas para llegar a un destino es muy común. Llegar llegamos, pero, ¿en qué estado? Luego se necesitan dos días para recuperarte del trayecto.
Si vuelas considera hacer escalas en otros países, si viajas en tren o autobús tómate un descanso en una ciudad intermedia.
Todos queremos llegar a nuestro destino cuanto antes, pero no sacrifiques tu bienestar por no perder un día de viaje o ahorrar dinero.
28. Utiliza ropas y equipo apropiado
Caminar por la jungla con sandalias o escalar un glaciar sin ropa de abrigo no es aconsejable. Y sin embargo, muchos mochileros no respetan esta regla básica de sentido común.
Cada actividad requiere un equipo diferente y a veces no podemos llevarlo todo en la mochila.
Alquilalo o pídelo prestado, pero no te pongas en peligro por falta de equipamiento.
29. Haz amigos
A veces la soledad del viaje hace mella en nuestro estado de ánimo. Esto es especialmente cierto cuando viajamos en solitario.
La buena noticia es que se puede viajar en solitario sin tener que estar solo.
Socializa en los albergues, participa en actividades en grupo, comparte consejos y verás como tu humor y tu espíritu cambian.
14 consejos para hacer amigos en los viajes
30. Respeta la naturaleza
La naturaleza en su estado más salvaje nos puede desbordar.
Por ejemplo, nunca es buena idea subir al monte solo, ni adentrarnos en la jungla sin compañía. ¿Qué harías si te tuerces el tobillo, si te pierdes en la jungla o si te pica una serpiente?
Respeta la naturaleza, las mareas, los cambios climáticos, los animales salvajes y un largo etc.
31. Pide ayuda
En alguna ocasión, viajar se nos puede hacer cuesta arriba.
Tenemos que lidiar con retrasos, con perdidas de pasaporte, con timadores y un sinfín de eventos a los que no estamos acostumbrados.
Si las circunstancias te desbordan o si tu cuerpo no aguanta, pide ayuda.
No estás solo. Pregunta a otros viajeros, contacta a tu seguro, visita un médico, o simplemente llama a tu familia o amigos.