El lema de los scouts es “Siempre listo”, ya estés perdido en un bosque lluvioso de Costa Rica o tomando un café en Bangkok.
En otras palabras, cuando viajas es necesario saber desenvolverse en cualquier escenario o situación. No te asustes por el título “Supervivencia para mochileros”.
Este artículo no está pensado para futuros boinas verdes sino para evitar que te encuentres en apuros durante tus viajes.
Supervivencia no es solo encender un fuego con dos palitos.
Supervivencia también es mirar a los dos lados de la carretera antes de cruzar (en Londres más de un turista es atropellado por no hacerlo), ponerse el cinturón de seguridad al montarse en un taxi, o tener una copia del pasaporte guardada en la nube.
Recuerda que tu equipamiento, conocimientos, sentido común, y estado psicológico y físico pueden marcar la diferencia entre un viaje exitoso o un desastre total.
1. Antes de iniciar el viaje
Todos estamos acostumbrarnos a desenvolvernos en nuestro medio ambiente sin dificultades.
Confiamos en tres “amigos” de toda la vida: la rutina, el instinto y el sentido común.
Pero cuando llegas por primera vez a Nueva Delhi a las 3 de la mañana, tus “amigos” están tan confundidos como tú. Por eso debemos estar preparados y eliminar cualquier incertidumbre innecesaria que pueda arruinar nuestra aventura.
Antes de iniciar el viaje deberías preguntarte cuestiones como las siguientes:
- ¿Cuánto tiempo va a durar mi viaje?
- ¿Tengo la ropa adecuada para ese clima y la cantidad necesaria?
- ¿Necesito algún tipo de equipamiento especial? GPS, cámara acuática, botas de alta montaña, saco de dormir, etc. Esto es un caso extremo pero una vez viajé con un chico israelí que llevaba bengalas en la mochila por si se perdía en la montaña.
- ¿Me encuentro en buenas condiciones físicas para el tipo de aventura que estoy a punto de emprender? i.e. No es recomendable intentar la ruta del Annapurna si nunca has andado más de 4000 pasos diarios.
- ¿Qué debo hacer si pierdo las tarjetas de crédito o el teléfono móvil?
- ¿Cuáles son mis opciones si necesito asistencia médica? ¿Cómo contactar al seguro?
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2. Investigar
No tendría sentido investigar toda la información sobre un lugar que se quiere visitar. Se perdería el sabor de la aventura, la emoción que nos espolea hacia lo desconocido.
Es suficiente con averiguar datos que puedan ayudarte a entender tu destino, su clima, sus gentes y costumbres.
- ¿Es la gente amistosa o están hartos de turistas? Recuerdo que, en 2019 antes del Covid-19, Bali tenía pensado limitar el número de turistas porque estaban hasta el gorro del turismo masivo.
- ¿Hay comportamientos tabúes?
- ¿Cuáles son sus costumbres religiosas?
- ¿A qué hora amanece y a qué hora anochece? Por ejemplo, en Qatar estarás a oscuras a eso de las 6 de la tarde (incluso el 21 de junio)
- ¿Hay grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche?
- ¿Cuál es la situación política y económica del país?
- ¿Hay crimen, guerras, terrorismo?
Todas las guías contienen un primer capítulo con datos útiles de “supervivencia para mochileros”.
Léelo.
También puedes encontrar información en internet. Investigar sobre un nuevo destino siempre es interesante. Es una manera de estimular tu mente y amplificar tus ganas de viajar. Es un piscolabis para abrir el apetito de aventura.
3. Planificar
Planificar un viaje de tres meses (o incluso de un mes) puede resultar bastante complicado y restrictivo.
A mí me basta con saber el aeropuerto de llegada y el de partida.
Lo hago así porque los billetes suelen resultar más económicos al comprar ida y vuelta. Planear una ruta con demasiada exactitud puede disolver tu aventura en una rutina fanática de monumentos y ciudades que visitar.
Si pones más leche que café, puedes llamarlo café con leche o leche con café.
Planea lo justo para que tu aventura rebose cafeína.
Y si te gusta la leche pues bien también…
Sin embargo, tener objetivos y conocer las posibilidades del país en cuestión es esencial. A nadie le gusta saber que estuvo a un par de horas del Valle de la Luna (La Paz, Bolivia) y se lo perdió por no leer la guía y echarse una siesta.
Te lo digo por experiencia.
4. Temas de salud
Comenzar un viaje en buenas condiciones de salud es muy importante.
Antes de viajar sométete a un chequeo médico: análisis de sangre, revisión de boca, revision de vista, plantillas ortopédicas, etc.
Si tienes pensado viajar a una zona de malaria asegúrate de comprar una provisión suficiente de pastillas antimaláricas. Hay diferentes tipos de pastillas así que consulta con tu médico o clínicas especializadas.
Recuerda que algunas debes empezar a tomarlas antes de llegar a la zona de riesgo y durante un tiempo después de regresar de tu viaje.
El dengue es endémico en más de cien países y es un virus transmitido por la picadura de un mosquito. No te olvides de llevar crema o spray antimosquitos.
La malaria y el dengue son enfermedades muy graves.
Ya sea con cremas o bajándote las mangas, evita las picaduras de mosquitos.
Hablando de cremas, no puedes olvidarte de la crema de sol. El problema más común del mochilero es achicharrarse, ya sea haciendo snorkelling, senderismo o sentado en un chiringuito tomando algo. Que levante la mano el que no se haya quemado. Ten cuidado.
Asegúrate de estar vacunado para los países por los que piensas viajar. Mantén una cartilla con las fechas de las vacunas para futuros viajes. Tener seguro médico es muy importante y deberías incluirlo en tu presupuesto inicial porque son bastante caros.
Iati segurosInvestiga sobre el sistema sanitario del país. En muchos países puede que tengas que viajar a las capitales o grandes ciudades para recibir el tratamiento que necesitas.
Si no tienes conocimientos de primeros auxilios y tienes la posibilidad de apuntarte a uno, hazlo.
Te puede salvar la vida o la de un ser querido.
¿Qué debes hacer si te pica una serpiente o si tienes la pierna cubierta de sanguijuelas?
Puede que esta pregunta resulte irrelevante ahora que estás sentado en tu casa delante del ordenador.
Sin embargo, cuando te encuentres en zonas más selváticas te puede salvar la vida.
Yo me encontré una serpiente venenosa enroscada en la taza del váter en Bali. Imagínate que susto.
Los ataques de tiburones a humanos son extremadamente raros. En todo el mundo ocurren poco más de 60 ataques por año. Sin embargo, hay zonas donde se concentran un mayor número de tiburones.
¿Vas a una de esas zonas?
5. Equipamiento básico de supervivencia para mochileros
Después de haber investigado y planificado tu viaje deberías estar en condiciones de escoger tu equipo. Si ya tienes equipo de otros viajes revisa que siga en buen estado antes de empaquetarlo.
Mochila o maleta
Una pieza clave es la mochila o maleta que vayas a utilizar.
Es muy importante que la mochila sea cómoda y se ajuste bien a tu espalda. Pide consejo especializado si tienes dudas. No intentes escatimar en comodidad. Tampoco compres una mochila demasiado grande porque acabarás llenándola y eso significa más peso.
Una de 50 o 60 litros debería ser suficiente.
Si llevas maleta asegúrate de que las ruedas sean “todoterreno” y de que puedan aguantar un buen trote. A veces para llegar al albergue tendrás que atravesar playas, caminos sin asfaltar o calles, como en Antigua, pavimentadas con cantos rodados.
Mi opción favorita son las maletas técnicas con ruedas que pueden transformarse en mochila en un momento. Son caras, pero de verdad que merecen la pena.
Por supuesto, también necesitarás una mochila más pequeña donde llevar tus documentos y objetos de valor (cámara de fotos, ordenadores, etc.). Para las excursiones diarias las mochilas plegables son muy prácticas y no ocupan espacio.
¿Por qué prefiero viajar con una mochila con ruedas?
Calzado
Aquí no estamos hablando de “supervivencia para mochileros” sino de un derecho fundamental: comodidad.
Empieza a ablandar las botas nuevas un par de semanas antes de partir.
Yo he conocido mucha gente que se montan en el avión en Heathrow con chancletas, aunque sea enero y este nevando. Digamos que andar por las calles de Yakarta o Bangkok con chancletas es un placer y una tentación.
Algo que hacemos casi todos.
Mira por donde andas, las posibilidades de meter el pie en un agujero son muy altas.
Ropa técnica
Si vas a pasar un fin de semana a Londres o Disneyland no necesitas llevar camisas técnicas de Columbia, pero sería inteligente que llevases calzado cómodo.
La cosa cambia cuando viajas a Tanzania o a la selva amazónica.
Hay ropas y tejidos que permiten que el cuerpo esté bien ventilado y evitar el exceso de sudor. En el “polo opuesto” necesitarás ropa de abrigo y que te mantenga seco. Ten en cuenta que una chaparrada en Vitoria es como un txirimiri en Nepal.
Objetos básicos
Hay algunos objetos básicos de supervivencia para mochileros que nunca faltan en mi mochila.
Algunos me los inculcaron en el ejército y otras los he ido incluyendo por experiencia. Recuerda que los elementos requeridos para la supervivencia extrema son comida, fuego, refugio y agua.
Te vas a Río de Janeiro y lo que te cuento suena a chino. ¡Vale!
Un consejo para Río de Janeiro. Fúndete con la gente, usa sandalias, traje de baño y camiseta. Ni siquiera necesitas mochila. Pero si vas a viajar durante seis meses por el Sureste de Asia o Latinoamérica puede que alguno de estos objetos te saque de un apuro.
Navaja multiusos. Esto es fundamental para cualquier mochilero. No hace falta que la lleves colgada del cinto, pero tenerla a mano en la mochila es muy práctico. La mía tiene brújula, regla, lupa, bolígrafo, tijeras, pinzas para sacar astillas y hasta un mondadientes.
Frontal. Todos los teléfonos tienen linterna, pero te asombraría ver que poco alumbran cuando estás en un bosque durante luna nueva o en un pueblillo de India donde la oscuridad es absoluta.
Botiquín. Cuantos más completo sea tu botiquín mejor. Añade todos los medicamentos que puedas necesitar basándote en tus conocimientos y dolencias. Consulta con tu médica y farmacéutica. Si necesitas algún medicamento específico asegúrate de saber el nombre genérico y no la marca comercial. En Tailandia el nombre del antihistamínico que usas puede que sea diferente.
Poncho. Este es uno de los objetos que aprendí a usar en el ejército y te aseguro que no habrá nada en tu mochila más práctico que un poncho. Lo puedes usar de chubasquero, de mantel, para construir un refugio, para aislarte del frío y del viento, para tapar ventanas o para envolver cosas y evitar que se empapen. En Panamá visité una isla tan abandonada como paradisiaca. El problema es que no había sombra por ningún lado. Aquí es cuando con un par de palos y un poncho puedes evitar una insolación.
Candados. Un mochilero sin candados es como un banco sin caja fuerte. Necesitarás un par de ellos para las mochilas y uno más grande para las taquillas de los albergues.
Mechero. No hace falta que fumes para llevar mechero o cerillas. Lo puedes necesitar para poner incienso antimosquitos o quemar el cordón deshilachado de las botas. En una ocasión nos encontramos una carretera bloqueada en Bolivia por una avalancha. Tuvimos que dormir tumbados junto al coche. Adivina quién tenía mechero para encender una fogata.
Kit de costura. Rasgarse el pantalón o la camisa en un autobús o tren de india es muy fácil. Y no te olvides el dedal: costurera sin dedal cose poco y cose mal.
Cuerdas y un par de mosquetones. No hace falta que lleves una cuerda de escalada de 20 metros. Me basta con un par de cuerdas para poder asegurar la mochila en la parrilla de un autobús o montar un tendedero para secar la ropa.
Manta térmica. Por desgracia yo he tenido que usar alguna vez la manta térmica. Fue en Guatemala y mi autobús llegó unos minutos después de un accidente de tráfico. No sé lo que le pasó al pobre hombre, pero espero que mi manta térmica sirviese de algo.
Pastillas para depurar el agua. Imagínate que estás haciendo senderismo en Huaraz, en medio de los Andes. ¿Qué sentido tiene que lleves diez litros de agua en la mochila cuando puedes depurar el agua de los riachuelos? Recuerda que el agua potable es un elemento básico de supervivencia para mochileros.
¿Qué llevar en la mochila a un viaje mochilero?
6. Objetos de valor
Una pregunta muy común es si debería viajar con mi cámara u ordenador de 1000 euros.
La respuesta es que depende donde vayas y lo que hagas.
Si no vas a salir de rutas turísticas posiblemente no tengas muchos problemas.
Antiguamente lo normal era comprarse un reloj Casio de plástico para viajar. Hoy en día la gente viaja con relojes Garmin de 500 euros y móviles de 1000 euros.
Lo importante es que va a pasar si lo pierdes o te lo roban.
¿Va a arruinar tu aventura?
A mi amigo de Cartagena le robaron la cámara y pegó tal patada a la pared que se rompió el pie y para más inri se cayó por las escaleras. Resultó que la cámara estaba cubierta por el seguro, pero tuvo que estar un mes convaleciente sin apenas salir del hostel en Bali. Las que no estaba aseguradas fueron las fotos de una aventura de seis meses por 15 países.
Mantén copias de seguridad en la nube.
No te olvides de instalar software antirrobo en tu teléfono. De esta manera lo podrás rastrear, sacar fotos al bandido o inutilizar el teléfono remotamente.
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7. Documentos
Tu pasaporte vale diez euros, pero posiblemente sea tu objeto más valioso a la hora de viajar. Si lo pierdes o se daña vas a tener problemas.
Una funda para proteger el pasaporte es una buena opción. Insisto, ten una copia de todos tus documentos importantes en la nube (DNI, pasaporte, teléfonos de emergencia, seguro de viajes, tarjeta de crédito, etc.).
No hay nada más ridículo que el intentar cancelar tu tarjeta de crédito y que no te sepas tu número de DNI o el teléfono móvil de algún pariente.
8. Tecnología
La tecnología ha cambiado como viajamos y como ya te imaginaras usar mapa y brújula son costumbres “prehistóricas”. Descárgate aplicaciones como Google Maps o Maps.me en tu teléfono y podrás utilizarlas offline en caso de que no dispongas de internet.
Aquello de elegir un albergue en la guía y presentarte en la puerta sin reserva está en desuso. Hoy en día todo el mundo consulta fotos y disponibilidad en aplicaciones como hoteles, Agoda, Expedia o lastminute, etc.
Aquí va un truco con el que puedes ahorrar dinero: elige un albergue en las aplicaciones y contáctales directamente para intentar conseguir un descuentillo.
Mi experiencia con los taxistas ha sido siempre de mucha cautela, pero ahora con las aplicaciones las posibilidades de problemas se reducen bastante. Échale un ojo a Google Maps y asegúrate de que no te están llevando por el camino más largo.
En muchos países hay compañías equivalentes a Uber. Úsalas. Son muy convenientes porque te aseguras de no pagar precio de turista.
9. Prepararse mentalmente para la aventura
He dejado para el final lo más importante. Llevamos mucho tiempo soñando con esta aventura. Queremos visualizar paisajes maravillosos, monumentos milenarios o hazañas dignas de contar a nuestros nietos.
Sin embargo, es inevitable que nuestra mente divague con posibles peligros, naufragios, robos, desastres naturales, etc.
Es muy complicado estar preparado para todas las dificultades, pero digamos que viajar es como un examen del colegio. Las preguntas son siempre inesperadas, pero si estamos preparados sacaremos un diez.
Por eso he escrito este manual de supervivencia para mochileros.
Para que te prepares para lo inesperado y disfrutes de la aventura. También puedes consultar estos dos artículos: “Consejos para planear tu primer viaje” o “Consejos para viajar solo por primera vez”.
Un último consejo, muchas veces nos vemos en situaciones límites y actuamos bajo la varita del miedo o el pánico.
Incluso a veces nos rendimos ante cualquier dificultad o nos dejamos consumir por la autocompasión.
No, No, No.
Te aseguro que todos tenemos un instinto de supervivencia, un cachito de cerebro reptiliano que nos permite abordar cualquier situación.
Respira profundo, utiliza el sentido común y confía en ti mismo.
11 maneras de prepararse mentalmente para un viaje mochilero