¿Qué es ser un mochilero?

El corazón de todo viajero se acelera al colgarse la mochila o levantar la maleta para dar ese primer paso hacia la aventura. Todos tenemos nuestras preferencias de viajes. Algunos disfrutan del turismo urbano, otros de las rutas mochileras y otros disfrutan del turismo nacional.

Ante todo, soy turista y viajero, pero hay un tipo de viaje que hace que mi corazón palpite con más fuerza. Mochilear es mi pasión y en este artículo revisaremos qué significa ser un mochilero.

Ser un mochilero significa viajar con poco dinero y ligero de equipaje durante largos periodos para poder conocer uno o más países. El mochilero posee gran flexibilidad para cambiar el itinerario y recorre largas distancias para visitar lugares destacados, o atesorar experiencias que nunca olvidará.

Ser mochilero implica adoptar una filosofía de viaje. No hay tablas escritas con mandamientos y cada mochilero trae consigo sus virtudes, defectos y preferencias. Lo que es cierto es que cuando cae la noche todos dormimos bajo el mismo techo, compartimos aventuras y aprendemos los unos de los otros.

Cada destino tiene unas características a las que el mochilero se tiene que adaptar. No es lo mismo ser un mochilero en África, donde viajar requiere mucha independencia, que en Tailandia donde el viaje ya viene mascado.

La edad del viajero también puede ser un factor relevante. Hay veinteañeros que necesitan sentir la adrenalina y el cansancio en el cuerpo a la hora de elegir actividades, mientras que mochileros más maduros optan por versiones más descafeinadas. Por ejemplo para llegar a Machu Picchu se puede hacer el camino inca, que dura cuatro días a través de los Andes, o puedes subir en autobús en media hora desde Aguas calientes.

Si tienes curiosidad por saber cuál es la mejor edad para ser mochilero puedes leer estos artículos:
¿Cuál es la mejor edad para viajar de mochilero?
¿Cuáles son los beneficios de viajar siendo joven?
¿Cuáles son los beneficios de viajar siendo mayor?

Independientemente del destino o la edad, la dinámica de viaje del mochilero conlleva unas ventajas y desventajas. A través de ellas nos podremos formar una idea de lo que significa ser un mochilero.

Ventajas de ser un mochilero

Hay momentos en los que todo mochilero siente que toca el sol, controla el viento y respira tan solo felicidad. Son momentos que quedarán grabados a fuego en tu memoria. Crear memorias positivas a través del viaje es el destino final de todo viajero y ser mochilero tienen ciertas ventajas sobre otros tipos de viajes.

1. No tienes que seguir un itinerario

Puede que no controles el viento ni las mareas, pero sí controlas tu itinerario. Los viajes mochileros disponen de mucha flexibilidad y eso significa libertad a la hora de elegir tu ruta.

Cualquier conversación con otro viajero puede cambiar tu ruta para seguir sus recomendaciones. No todo está escrito en las guías y según avance tu viaje irás descubriendo caminos alternativos.

Algunos mochileros llevan planeado su viaje al detalle, pero esto tan solo es posible cuando el viaje es de corta duración. En los viajes largos serás capaz de dejarte llevar por el viento, las mareas, tu instinto y tus preferencias.

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2. Nunca estarás solo si no quieres

Las rutas mochileras están bastante frecuentadas por viajeros de todas las nacionalidades y edades. Las mochilas y la indumentaria nos delata. Si viajas solo no tendrás problemas en encontrar compañeros de viaje con las que compartir tu aventura, un par de días de viaje o simplemente un taxi.

Habrá momentos en los que preferirás estar solo y otros en los que la compañía hará que las vicisitudes del viaje sean más llevaderas. Tú eliges.

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3. La comunidad mochilera es muy sociable

A los mochileros nos gusta compartir consejos, anécdotas y advertencias. Esta práctica nos hace mejores viajeros. Las veladas en los albergues suelen ser un pozo sin fondo de información e inspiración. También durante trayectos largos en autobús, tren o furgoneta tendrás oportunidad de extraer conocimiento de otros mochileros. Pregunta, interactúa y te aseguro que tu viaje ganará en calidad.

No te pierdas este artículo si tienes pensado alojarte en un albergue mochilero: Alojarse en un albergue mochilero: pros y contras

4. Aprendes a viajar con lo imprescindible

Ser mochilero significa cargar con todas tus pertenencias y pronto te darás cuenta de que tu comodidad y flexibilidad de movimientos priman ante todo.

Después de varios viajes aprenderás que tan solo el clima y el tipo de viaje dictamina el contenido de tu mochila. Y que la ropa y objetos multiusos son muy prácticos.

Te puedes olvidar de todo estilismo porque nadie espera que saques de la mochila un traje para ir a cenar a un buen restaurante. Aprendes a vivir con lo básico y a valorarlo porque de ello depende tu viaje. Sino lo llevas en la mochila es porque no lo necesitas.

Si tienes dudas a la hora de preparar tu equipaje puedes echar un vistazo a este artículo: ¿Qué llevar en la mochila a un viaje mochilero?

5. Podrás llegar a los destinos más remotos

Los mochileros tenemos una gran capacidad y autonomía de viaje. Esto nos permite llegar a cualquier destino que nos propongamos. Un viaje de 48 horas en furgoneta, canoa, andando o en carro para llegar a un destino no nos intimida, aunque suponga cruzar todo un país.

Los mochileros no dependen de agencias o viajes organizados lo que nos convierte en los exploradores modernos. Tan solo necesitamos la promesa de un destino inolvidable y ya nos buscaremos la vida para llegar. Sea como sea.

6. Apreciaras los pequeños lujos

No siempre tendrás una ducha caliente ni te sentaras a comer en un restaurante con tenedores de metal. Puede que a veces tengas que dormir en un saco a la intemperie o en un refugio de montaña destartalado. Las vicisitudes de la aventura te pondrán a prueba en muchas ocasiones y te sacarán de tu zona de confort. ¡Literal!

Por eso, hay días en que te recompensarás con un masaje, una cena con cubiertos, un trayecto en primera clase o una noche en un hotel más caro. Es muy importante darse un pequeño «lujo» de vez en cuando para poder disfrutar del viaje. Ese día te sentirás como un maharajá y apreciarás las pequeñas comodidades que la vida moderna nos ofrece.

En este artículo te damos una lista de consejos para disfrutar de tu aventura. Y es que a veces hay que darse un gusto aunque solo sea una ducha caliente.

Desventajas de ser un mochilero

Colgarse la mochila a la espalda no es para todos porque requiere una dinámica de viaje que puede ser bastante exigente tanto física como mentalmente. Si tienes dudas, puedes empezar con viajes cortos para saber si mochilear es el tipo de viaje que más te conviene.

1. Pensarás siempre en el presupuesto

El presupuesto de un mochilero es limitado y tienes que aprender a manejarlo con sabiduría. Planear para un viaje largo requiere muchos ajustes. Las ansias de explorar traerán gastos inesperados y tan solo tu flexibilidad para viajar, comer y dormir barato podrá mitigar el impacto en tu presupuesto.

Lo que está claro es que nadie quiere llegar a las puertas del Serengueti y no poder pagar la entrada.

En este artículo repasamos una lista de consejos que te ayudarán a mantenerte dentro del presupuesto

2. Usarás el transporte más lento o incómodo

Las aerolíneas de bajo costo ofrecen precios bastante competitivos y en muchas ocasiones han cambiado la forma en que viajamos. Puede que el avión no cueste mucho más que el tren, pero tienes más tiempo que dinero, así que posiblemente acabarás en el tren.

En muchos países las agencias de viaje locales comunican los puntos más transitados con furgonetas o todoterrenos para mochileros. Esto es una gran ventaja y facilita mucho el viaje. Sin embargo, suelen ser bastantes incómodos y si pueden vender un billete de más lo harán. Prepárate para ir apretado.

3. Tendrás que sacrificar destinos y actividades

Ser flexible y viajar barato no quiere decir que tu tiempo o presupuesto sea infinito. En muchas ocasiones el mochilero se siente como un niño en una tienda de juguetes. Solo puedes elegir un regalo. O haces submarinismo en las Galápagos o senderismo por los Andes.

No hay nada más frustrante que estar en la frontera de un país, o cerca de un monumento del que tanto has oído hablar, y no poder visitarlo por falta de tiempo o presupuesto. Apúntatelo en la lista de futuros viajes.

4. Tendrás que tomar muchas decisiones

No tienes nada planeado y todo movimiento requiere tomar una decisión. ¿Dónde me voy a alojar?, ¿cómo se llega a tal sitio?, ¿dónde puedo conseguir dinero?, ¿dónde voy a cenar?.

No pinta tan difícil en el papel, pero hay que ponerse en situación. Nunca has estado en ese lugar, no hablas el idioma, no tienes dinero en efectivo, son las 11 de la noche y quiere cenar. El estrés está servido pero la cena no.

Cuanto antes te familiarices con la dinámica y costumbres de ese país más fácil será tomar decisiones.

Ser mochilero significa tomar muchas decisiones y cuando se viaja en grupo puede causar constantes roces.

5. Tu seguridad puede verse comprometida

Uno de los temas de conversación más recurrentes entre mochileros está relacionado con la seguridad de un lugar o una actividad. No temas preguntar por la seguridad de tu próximo destino si tienes dudas. Nadie te mirará mal por ello.

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Y es que viajar con todas nuestras pertenencias encima nos convierte en blancos perfectos. Montarse en un taxi con un desconocido a altas horas de la noche puede poner a prueba los nervios de cualquiera. O perderse por la calles de Bangkok puede elevar tus niveles de adrenalina.

Ya no solo hablamos de bandidos, sino que viajar por caminos aislados en un parque nacional, también puede acarrear sorpresas con animales salvajes o serpientes.

La aventura es la aventura y como tal conlleva unos riesgos que aceptamos desde el momento que compramos el billete de avión.  

Lo más importante es agudizar nuestra inteligencia viajera para ser capaces de evaluar situaciones y poder mitigar los peligros.

Mantenerte seguro en la aventura debería ser tu primer mandamiento y en este artículo podrás encontrar una lista extensa de consejos sobre seguridad para mochileros.

6. Hay días que no te ducharas

Estar siempre en movimiento de un lugar a otro supone ciertas molestias. Deja que te dé algunos ejemplos:

• O lavas la ropa a mano en el lavabo o te la pones tres días seguidos. Lo peor es que al lavarla te arriesgas a que no se seque y la tendrás que llevar mojada en la mochila.
• Si te lavas el pelo no te lo vas a poder secar porque no tienes secador y son las 5 de la mañana. Tú eliges.
• En otras ocasiones la aventura te puede llevar a lugares aislados donde o te duchas en el río o no te duchas.

Esto no quiere decir que los mochileros descuidan su higiene, pero a veces la dinámica y las exigencias del viaje priman sobre una ducha caliente.

No te pierdas estos artículos si quieres saber más sobre la vida de los mochileros:
¿Cómo es la vida de los mochileros?
¿Dónde duermen los mochileros?