Centroamérica es uno de mis destinos favoritos.
En él se pueden descubrir ciudades milenarias escondidas en la jungla, así como playas paradisíacas tan extensas como salvajes.
Los parques naturales ofrecen la posibilidad de disfrutar de lagos, cascadas, volcanes en erupción y una biodiversidad difícil de encontrar en otros puntos del planeta.
Las poblaciones transportan a épocas pasadas, con calles empedradas, plazas encantadoras y una arquitectura colonial bien conservada.
La lista es extensa, desde una gastronomía con sabores auténticos que reflejan las influencias indígenas, hasta festivales vibrantes y artesanías únicas que llenan los mercados locales.
Y, sobre todo, destaca la amabilidad y calidez de la gente, que te hacen sentir como en casa.
En este artículo, te cuento cuáles son los lugares que no te puedes perder si viajas por Centroamérica. Yo viajé desde México hasta Panamá, y fue una experiencia que nunca olvidaré.
Palenque, México
Palenque fueron mis ruinas favoritas en México. Quizás por encontrarse en un enclave natural, donde la jungla impone su mandato con su exuberancia, o tal vez porque una lluvia persistente añadió un toque místico, ya que no había ni un solo turista durante mi visita.
En la bellísima región de Chiapas, estas ruinas fueron testigos del poderío de la cultura maya que tantos tesoros arquitectónicos dejó repartidos por México. Palenque ha sido reconocido por la UNESCO como patrimonio de la humanidad, lo cual resalta su importancia histórica y cultural.
Palenque es un lugar mágico.
Al explorar sus imponentes estructuras, como el Templo de las Inscripciones y el Palacio, se tiene la sensación de viajar en el tiempo y sumergirse en la esencia de la civilización maya.
Como ya he dicho yo estaba solo y daba un poco de repelús.
Otras ruinas muy importantes en México que merecen la pena son Chichen Itzá, Cobá y Tulum. Cada una de estas joyas arqueológicas ofrece una perspectiva única de la fascinante historia y la avanzada civilización de los antiguos habitantes de la región.
San Cristóbal de las Casas, México
Una ciudad encantadora en México es San Cristóbal de las casas, también en el estado de Chiapas.
La catedral de San Cristóbal Mártir se encuentra en el centro y es inconfundible por su colorido y ambiente acogedor. En sus alrededores también encontramos pequeños mercadillos ambulantes donde el rumor de conversaciones indígenas ensalza la experiencia.
En esta ciudad hay tantas iglesias que puedes pasar varios días de templo en templo.
Cuesta arriba y cuesta abajo.
También hay varias calles encantadoras coloreadas con edificios coloniales y tiendas donde podrás comprar artesanías, tomar un café y fraternizar con los muchos mochileros que pasan por esta ciudad.
Recuerdo que yo estuve por San Valentín y se montó una gran verbena. Los mochileros españoles cantábamos, los anglosajones intentaban tararear y los locales bailaban como si no hubiese un mañana.
Una ciudad muy recomendable desde la que también se pueden hacer excursiones al parque nacional Cañón del Sumidero.
San Ignacio, Belice
San Ignacio es una ciudad cerca de la frontera entre Belice y Guatemala desde donde se pueden organizar múltiples tours y actividades
En San Ignacio la aventura está garantizada con varias cuevas a las que accedemos flotando por ríos subterráneos.
Mi favorita fue ATM (Actun Tunichil Muknal), conocida por sus impresionantes formaciones rocosas y ríos subterráneos, así como por su significativo valor arqueológico, al albergar esqueletos bien conservados y artefactos mayas.
Prepárate para gatear, escalar y nadar.
Tampoco te pierdas el tour en canoa a través de la cueva de Barton Creek, que recorre el río subterráneo más largo de Belice.
Si también te interesan las ruinas mayas no te pierdas las excursiones diarias a Xunantunich, Cahal Pech y las ruinas mayas de Caracol.
Los sábados y martes por la mañana el mercadillo artesanal con frutas, verduras y hierbas medicinales se instala en las calles. Aquí seguro que comprarás algo.
Por las noche, acércate a la Burns avenue donde se concentra el movimiento y donde conocerás a otros mochileros.
Caye Caulker
Después de pasar un día en la Ciudad de Belice, Caye Caulker fue un oasis en medio del océano.
Literal.
Llegué sin saber qué esperar y me encontré con una isla paradisiaca donde hacer submarinismo y snorkeling en jardines de coral rodeado de tiburones y rayas.
La barrera del arrecife de Belice es la segunda mayor en el mundo.
¿No suena mal verdad?
En Caye Caulker nadie tiene prisa. No hay carreteras y la gente se mueve en coches de golf. También puedes alquilar una bicicleta o andar de un lado para otro bajo la sombra de cocoteros.
El pescado es fresco y la música reggae suena en los chiringuitos.
Caye Caulker es una isla donde se puede disfrutar de los deportes acuáticos, beber agua de coco y contemplar el mar caribe.
Tikal, Guatemala
Las ruinas de Tikal seguro que ya están en tu lista.
Aquí encontrarás tumbas, monumentos, templos y palacios mayas. Un mega yacimiento donde perderse y sentirse un auténtico Indiana Jones.
El enclave es magnífico, rodeado de jungla, belleza natural, monos aulladores y tarántulas peludas. Y si escalas hasta lo más alto de algunos templos podrás ver una panorámica que te dejará sin aliento.
Yo hice un tour de un día desde flores, pero algunos mochileros hacen camping en la entrada del parque, o se albergan en alguno de los hoteles dentro del parque nacional.
Sin duda, estas ruinas son una de las joyas de Centroamérica.
Antigua, Guatemala
Lo admito.
Antigua fue la ciudad que más me gustó en Centroamérica.
Puede que fuese por su arquitectura colonial muy bien conservada.
O tal vez porque es un punto de encuentro para mochileros de todo el mundo.
O quizás, porque pasé unos días durante la semana santa, y el olor a incienso y velas daba un aspecto místico a la ciudad de Antigua.
Desde Antigua se pueden organizar varias excursiones, pero no te puedes perder una vista a alguna plantación donde disfrutar de los mejores cafés, así como una excursión hasta la cima del volcán Pacaya.
Antigua no solo destaca por su ambiente relajado, edificios coloridos y calles empedradas, sino que también es un centro neurálgico desde donde podrás organizar transporte para visitar lugares como el bullicioso mercado de Chichicastenango, el apacible lago de Atitlán, la caótica Ciudad de Guatemala, las impresionantes pozas de aguas turquesas en Semuc Champey o liberar tortugas en Monterrico.
Lago Atitlán, Guatemala
Las aguas cristalinas del lago Atitlán se encuentran a 1562 metros de altura y está rodeado por tres imponentes volcanes que crean un escenario mágico.
Durante el día el sol refleja su resplandor en las aguas, pero por las tardes una niebla mística cubre la superficie mientras un viento silencioso agita las aguas, evocando la leyenda de Xocomil.
Una joyita que no te puedes perder.
Alrededor del lago tenemos varios pueblitos donde pasar unos días. Panajachel es el lugar donde encontrarás mas movimiento y es un buen campamento base para hacer excursiones diarias. A partir de aquí tú decides donde quedarte.
Cada pueblillo es un mundo.
En San Marco de la Laguna se encuentran los retiros de yoga y meditación.
En Santigo de Atitlan podrás ver la versión más tradicional a las orillas del lago.
San Pedro de la Laguna es ideal para aquellos que buscan un poco de vida nocturna.
San Juan de la colina también es una excelente elección donde presumen de las vistas panorámicas desde el mirador Kia qAiwain.
Santa Ana, El Salvador
Después de pasar un par de días en San Salvador, me dejé llevar por las recomendaciones y acabé en Santa Ana.
¡Gran elección!
Aquí podrás caminar hasta la cima del volcán Santa Ana.
Durante la excursión tuve escolta policial, aunque nuestro mayor problema fue alguna serpiente que tomaba el sol al borde del camino. Y a falta de otros mochileros me saqué las fotos de turno con los dos policías.
La vista panorámica desde la cima del cráter es inolvidable y en sus entrañas hay un lago verde que bien merece la caminata.
También era el único mochilero en la casa verde, pero Don Carlos, el dueño del hostal, se ocupó de mantenerme entretenido y mostrarme esta ciudad salvadoreña a 65 kilómetros de la capital.
Útila, Honduras
El trayecto hasta la isla de Utila fue una aventura en sí misma.
El capitán manejaba el timón con una mano y mecía un bebé en la otra. A mi me tocó acunar a dos bebés mientras sus madres y decenas de personas vomitaban por la borda.
Pero mereció la pena.
La isla de Utila es un lugar de peregrinación para los amantes del submarinismo, ya sean experimentados o principiantes en busca de sacarse la certificación PADI. Aquí encontrarás unos 60 puntos de buceo y tendrás muchas posibilidades de avistar tiburones ballena.
En Utila te olvidarás de que estas en Honduras; se habla en inglés y puedes pedir un “fish and chips.
Parque Nacional Cenaque, Honduras
En Honduras visité varios lugares imprescindibles como las ruinas de Coba, el lago de Yojoa o Tegucigalpa. Recuerdo haber pasado por San Pedro Sula 4 veces, dando vueltas para explorar cada rincón del país.
Sin embargo, fue cuando me salí de la ruta mochilera que encontré el lugar que más disfruté.
Aquí puedes escalar el cerro las minas que es la montaña más alta de Honduras.
Hablo de atravesar un bosque nuboso durante dos días, de andar muchos kilómetros, arrastrarse por debajo de árboles caídos y sudar mucho.
Me sorprendió ser el primer visitante en cuatro meses y tuve que subir con un guía por muy poco dinero. Sin su ayuda me hubiese perdido 50 veces.
Si te apasiona la montaña, la naturaleza en su estado más salvaje y no te asusta darte una paliza andando, no te pierdas este diamante en bruto olvidado de la mano de Dios.
Isla de Ometepe, Nicaragua
La isla de Ometepe es un lugar imprescindible en Nicaragua. Es una isla tranquila, agradable y llena de posibilidades para los más activos.
En esta isla hay dos volcanes: el Concepción, que emite un estruendo cada pocas horas, y el Maderas, que está inactivo.
Mi elección fue escalar el volcán Maderas atravesando el bosque nuboso hasta llegar al cráter, donde reposa un lago embarrado. Por el camino hay varios miradores que ofrecen vistas panorámicas impresionantes.
Trae mucha agua, una camiseta de repuesto (porque vas a sudar) y botas de senderismo.
El resto de los días se pueden pasar tomando batidos en el hostal, rodeado de naturaleza, o haciendo excursiones por la isla, como visitar la Reserva de Charco Verde, la cascada de San Ramón, la playa Mangos o la reserva natural Ojo de Agua.
Ruinas de León Viejo, Nicaragua
Después de ver tantas ruinas mayas quería ver algún asentamiento español.
León es una ciudad colonial donde podrás visitar catedrales, la casa museo de Rubén Darío, y el museo de leyendas y tradiciones que sirvió de prisión durante la dictadura militar.
Sin embargo, yo tenía un destino en mente. Las ruinas de León viejo, donde Francisco Hernández de Córdoba fundó el poblado de León Santiago de los Caballeros el 15 de junio de 1524.
Aquí no encontré turistas, ni guías turísticos, ni paredes. Tan solo cimientos que sobresalen del suelo y algunos andamios. Enfrente se extiende el lago Xolotlan y el volcán Momotombo, testigos mudos de un enclave privilegiado que tuvo que ser abandonado por culpa de la gran actividad sísmica.
A pesar de ello, el silencio envolvente del lugar transportó mi imaginación a tiempos pasado, y pude vislumbrar la vida próspera y bulliciosa que alguna vez floreció entre estas ruinas bajo la sombra del imponente volcán Momotombo.
Un tesoro cultural que merece ser apreciado y recordado.
Costa Rica, Corcovado
La promesa de aventura y naturaleza virgen se cumple en el parque nacional Corcovado.
Lugar salvaje e inhóspito donde los haya.
Aquí encontrarás playas salvajes infestadas de tiburones, ríos habitados por cocodrilos y serpientes al borde del sendero. Mantén los ojos abiertos.
La biodiversidad en este paraíso es apabullante.
El parque nacional Corcovado ofrece varias rutas para elegir, dependiendo de tu estado físico, presupuesto y tiempo disponible. En ellas, podrás avistar animales, disfrutar de la naturaleza y desgastar tus zapatillas de trekking.
Tráete un poncho para caminar por el bosque lluvioso.
Tortuguero, Costa Rica
La lista de lugares para visitar en Costa Rica es muy extensa. Y es posible que llegue un momento que te sientas abrumado con tanta playa idílica, parques nacionales, cascadas y belleza en general.
Sin embargo, hay un lugar que recuerdo con especial cariño.
El Tortuguero.
Aquí estuve 5 días y no me marché, hasta que finalmente, una tortuga Leatherback se dejó ver mientras ponía huevos en la orilla.
En el Tortuguero, la rutina consiste en pasar el día tranquilo en la playa, o hacer excursiones por el parque nacional Tortuguero. Pero por las noches, es cuando la adrenalina fluirá por tus venas con más intensidad.
La playa se llena de turistas con linternas de luz roja que patrullan por la playa en busca de las tortugas que emergen del mar para poner sus huevos en la playa.
Se hizo esperar durante cuatro noches, pero al fin presencié este espectáculo natural que bien valió la pena.
Bocas del Toro, Panamá
Después de un viaje de varios meses viajando por Centroamérica todos los mochileros acaban en Bocas del Toro.
Es como la promesa del dorado. Playas idílicas, naturaleza exuberante, buen ambiente y precios asequibles.
Todo es cierto.
El único inconveniente es que tienes que pagar un tour para llegar en barca a las playas más remotas; otras playas son accesibles en autobús.
Aun así, merece la pena.
Las playas son realmente idílicas, y sin duda mi playa favorita en Centro América está en Bocas del Toro: “Red frog beach”.
En Bocas del Toro verás delfines, podrás hacer snorkelling, disfrutar del sol, comer marisco y en alguna isla te sentirás como el mismísimo Robinson Crusoe.
Ciudad de Panama, Panama
Mi viaje acabó aquí.
Después de varios meses viviendo rodeado de naturaleza, la ciudad de Panamá me recibió con sus altos edificios y vida ajetreada de las grandes urbes. Aunque al principio me resultó abrumadora, con el tiempo me reconcilié con el progreso y aprendí a disfrutar de las comodidades que ofrece.
No puedes dejar de visitar al famoso canal de Panamá y dar un paseo por el pintoresco casco viejo.
Aun así, mi lugar favorito fueron las ruinas en Panamá Viejo; la antigua ubicación donde los españoles fundaron la ciudad, donde lucharon contra los piratas y desde donde comenzaban sus expediciones.
Es un sitio arqueológico con pocos edificios en pie, donde las piedras guardan silencio, pero la historia de la ciudad resuena en cada rincón.